El espejo es de herencia de mis suegros, fue tratado, pintado y desgastada tanto la madera como la pieza de cristal para darle un aire más antiguo si cabe. El mueble lo compré, pero lo decapé para que pareciera más usado. En las tulipas de las lámparas, tambien pinté a mano alzada la inicial de mi marido y mía.
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