Esta hermosa casa de campo fue construída en 1670. En ella vivió el famoso filósofo francés, Jacques Chevalier. Su austera fachada de ladrillo y piedra blanca, típica del norte, es representativa de la arquitectura del siglo XVII. Sus armoniosas proporciones y equilibrio sedujo a una familia que buscaba un nuevo hogar entre Reims y París. Esta pareja joven, padres de dos niños, quedó fascinada por la autenticidad de los restos de la casa y la belleza del parque repleto árboles que la rodea. Al ser tan antigua y estar prácticamente abandonada no tenía ningún tipo de comodidades, como calefacción o contar con un solo baño, por lo que requirió un importante trabajo.
Art&Décoration N°456 Nov-Dec 2009
Me encanta este tipo de decoración, resultan tan acogedoras y entrañables estas casas...
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